¡Saludos, amantes del trail running! Hoy os traemos una aventura que mezcla naturaleza, desafíos y, por supuesto, un poco de humor. El Club Trailxtrem Team se reunió puntualmente a las 9 de la mañana en el Puerto de Navacerrada, listos para enfrentar una ruta de 13 km con 500 metros de desnivel positivo. Así que ajustad vuestros cordones y preparaos para reír y sudar.
La ruta comenzó con una subida al Cerro del Telegrafo. Algunos estábamos tan emocionados que parecíamos más energéticos que un galgo persiguiendo una pelota. Aunque, seamos honestos, ¡algunos de nosotros nos sentíamos más como caracoles en una cuesta empinada! Pero, ¿quién dijo que el trail running era solo sobre velocidad?
Una vez en la cima, nos detuvimos para apreciar las impresionantes vistas y rendir homenaje a la Virgen de las Nieves. ¿Quizás ella podría proporcionarnos un poco de frescor para el resto del camino? Bueno, la verdad es que la naturaleza tenía otros planes y el sol decidió acompañarnos en todo su esplendor.
Continuando con nuestra travesía, llegamos a Siete Picos. Algunos decían que el nombre hacía referencia a la cantidad de veces que se caían durante el descenso, pero no importaba, las risas eran la mejor medicina para cualquier resbalón. Además, la belleza del paisaje compensaba cada paso tambaleante.
El Collado Ventoso fue otro desafío, pero decidimos que era la naturaleza poniéndonos a prueba para asegurarse de que estábamos prestando atención. Y sí que lo estábamos, porque cada rincón de esta ruta merecía ser admirado y disfrutado, incluso mientras intentábamos recuperar el aliento.
Llegando al Puerto de la Fuenfria, estábamos sedientos y hambrientos. ¿Cuál fue nuestra solución? ¡Parar en la fuente a refrescarnos y beber como camellos desérticos! No hay nada como el sonido del agua corriendo para alegrar a un grupo de corredores agotados.
Y así, con el estómago lleno y el espíritu renovado, emprendimos el regreso por el Camino Schmit. Algunos decían que este sendero tenía más curvas que un laberinto, pero al menos nos entretenía y nos mantenía alerta. ¿Quién necesita una montaña rusa cuando puedes tener el Camino Schmit?
Finalmente, con el sol descendiendo, volvimos al punto de inicio en el Puerto de Navacerrada. Estábamos exhaustos pero eufóricos, porque habíamos compartido risas, naturaleza y una experiencia única que nos uniría como equipo.
Así que si buscas una aventura que mezcle la naturaleza con risas y un poco de esfuerzo, ¡este club de trail running es para ti! No importa si corres como un rayo o caminas como un caracol, lo importante es disfrutar del camino y celebrar cada paso, incluso los tropezones. ¡Hasta la próxima aventura en el trail!
Tras esas 2 horas y media de trail tocaba despedirnos alrededor de una mesa y sujetando nuestra pequeña jarra de cerveza o aquarius reponedor, contando nuestras últimas batallitas sobre trepes y destrepes en la montaña, esperando con verdadera ilusión a la llegada del mes de septiembre donde el TRAILXTREM TEAM volverá a reunirse para afrontar otra estupenda ruta.
Nos vemos en la siguiente!!!
