El mes de septiembre de este 2023 ha empezado demasiado otoñal. Nuestra quedada para este mes que se suponía a priori que iba a ser tranquila, con sol tostando nuestros rostros y dejando saborear los paisajes del horizonte, no pudo ser. Elegimos una ruta que nos llevará a Peñalara pensando que estando aún en verano, el tiempo iba a respetar. Pero nada de nada. Lluvia, viento, truenos y relámpagos han sido la tónica general de la primera mitad del mes de septiembre. Y dudamos en cambiar de zona para entrenar pero como el panorama era exactamente igual en todas partes, daba un poco igual el sitio elegido. La lluvia estaba garantizada fueras al sitio al que fueras. Pero lo que si que hicimos, creo que con buen criterio, fue omitir nuestra subida al Pico de Peñalara porque las condiciones no eran idóneas y era absurdo meterse por el paso de Claveles en esas condiciones. La seguridad en montaña siempre ha de ser el eje principal de nuestras rutas.
Asi que con esos condicionantes nos presentamos a la hora de inicio de la ruta, las 8.30am, todos puntuales en el Puerto de Cotos, con el aparcamiento totalmente vacío. La gente inteligente y que piensa un poquito pues se queda calentita en casa, leyendo un libro. Pero nada, aquí estamos nosotros, los chalaos que les encanta correr por la montaña para dar muestras de nuestra sin razón y salir a correr, haga el tiempo que haga.
La verdad es que inicialmente, la cosa no pintaba tan mal como a priori la climatología decía. Así que allí tan contentos que estábamos de iniciar nuestra ruta, que inicialmente discurrió en subida dirección Peña Citores para desde ese punto, bajar por un sendero apenas transitable que mas de uno le hubiera cortado el cuello al guía del evento en ese momento. Pero suerte que no duró mucho ese tramo complicado y en seguida enlazamos con un sendero muy divertido en bajada hasta una pista ancha desde la cual ya enlazamos con la larga subida que nos llevaría a la Chorranca, un lugar que fue muy aplaudido por los participantes dada la belleza del entorno.
Seguimos en subida y aquí ya empezó a hacer acto de presencia la lluvia que poco a poco según avanzábamos fue aumentando su intensidad. Llegamos a la Laguna de los Pajaros y la niebla daba un toque especial, casi místico al entorno. Desde allí ya fue un sálvese el que pueda pues la lluvia era bastante intensa y en el pensamiento de cada uno de nosotros estaba el guarecerse, cambiarse de ropa y tomarse un caldito caliente en Venta Marcelino. ASi que cuanto antes llegaras, mejor.
Una vez regresamos al Puerto de Cotos, nos cambiamos de ropa para dar cuenta de una cerveza, un caldo y un bocadillo reparador de lo que fuera, comentando los pormenores de la pequeña aventura trailera vivida en ese día lluvioso.
En total, salieron 18km y 1100m+ de desnivel. Una buena tirada, sin duda.